¿Qué era la espina en la carne de Pablo? (2 Corintios 12:17)

Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y Él me ha dicho: «Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (2 Co 12:7-10).

La aflicción de la espina

Aquí Pablo presenta la espina en la carne que lo afligió después de su experiencia celestial. Hoy podríamos imaginarnos una pequeña espina de un rosal, pero el término usado (gr. skólops) podría designar objetos tan grandes como una estaca. La espina generó más que mera molestia; provocó una agonía correspondiente a la gloria de lo que Pablo había visto en el cielo más alto. Aunque la espina fue (presumiblemente) introducida en la vida de Pablo catorce años antes, los versículos 8-10 dan todas las indicaciones de que todavía era una realidad presente y, por lo tanto, le representaba un dolor prolongado y sostenido.

Pero ¿qué era la espina? La especulación no nos sirve de nada. No lo sabemos y eso está bien, no sea que aquellos cuyas aflicciones son de una naturaleza diferente a las de Pablo se sientan descalificados para aplicar su enseñanza a sus propios corazones. Probablemente Pablo fue intencionalmente vago al hablar de esto, no solo para una máxima aplicación, sino también para evitar destacar su propia vida más de lo necesario. El punto de Pablo no es el contenido de la espina, sino su intención.

Fuente: Coalición por el evangelio

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